LUNA y su gorrión

Hola a todos,

  Nos gustaría contaros la historia de Pelusín, el miembro más reciente de nuestra familia.

  Un día papi estaba saliendo de su trabajo y... -¡cachis! ¿qué es eso que hay en el suelo?- Era un bebé gorrión y mi papá casi lo pisa. El pobre estaba solito, había perdido a sus papás y tenía muchas plumas rotas, no tenía cola y su cabeza estaba llena de sangre. Mi papá sintió mucha pena del huerfanito y se lo llevó a la oficina, donde lo metió en una cajita y le dio miga de pan con azúcar.

  Mi papá pensó que me gustaría mucho ver cómo se cuidaba una cría y lo trajo a casa. En mi casita lo cuidamos con esmero y mimo. Nos costó mucho trabajo porque al principio nos tenía miedo y no quería comer.

  Empezamos dándole de comer con una jeringuilla y poco a poco fue comiendo él solito, poníéndose más bonito... ¡y confiando en nosotros! Pero, ¿sabéis qué? Al final resultó que es...¡una pajarita muy curiosa!

Fijaos lo que hacía mientras mi mamá 
escribía este e-mail.

Luna, Papi, Mami y Pelusín.